La noche de tu despedida de soltera en Tarragona significa un pequeño (o gran) anticipo de lo que va a ser tu boda. Tiene que ser amena y divertida para que todas las chicas se lo que pasen fenomenal. Si tu despedida de soltera es un éxito hay muchas probabilidades que ocurra lo mismo en la boda. Has trabajado mucho en la organización del enlace y deseas que todo sea perfecto.
Ya desde muy chica todo tu entorno familiar se dio cuenta de que tenías un carácter especial: inquieta, rebelde, extrovertida, independiente y, sobre todo, luchadora, muy luchadora. Tu objetivo era conseguir todo lo que te proponías a base de constancia, lucha y persistencia. Cuando el resultado no era el esperado, había algo dentro de ti que se revelaba, que tensaba tu sistema nervioso hasta el punto de que eras capaz de movilizar fuerzas de donde otros no podían sacarlas. Todo ello hasta conseguir lo que pretendías.
Las chicas que se han encargado de organizar tu despedida de soltera (tus amigas, hermanas y familiares) te conocen muy bien. A pesar de tus intentos por controlarlo todo, a penas has conseguido averiguar el nombre del Restaurante y la hora de la cena donde se celebrará la despedida de soltera. ¡¡¡No han querido contarte nada de lo que va a ocurrir!!!
Siempre te ha gustado hacerlo todo sin ayudas, a tu manera y por ti misma, lo que te ha generado no pocos disgustos y sinsabores; mañanas de impotencia, tardes de depresión y noches de insomnio que han ido forjando una personalidad a prueba de bomba que en el futuro te iba a resultar tremendamente útil.
Tus amigas, que desean lo mejor para ti, han decidido organizar tu despedida de soltera. Tú eso todavía no lo sabes, pero les han informado y, sobre todo, les han asesorado para que la organización de tu despedida de soltera en Tarragona sea perfecta. El Restaurante te sorprende gratamente; es céntrico, acogedor y está bien decorado. No está abarrotado de chicas gritando como locas ¡¡¡Qué salga el Boy, que salga el Boy!!!
A nadie le extrañó que encontraras tu primer trabajo a los 14 años, cuando todavía frecuentabas el instituto. «Estudiaré por la mañana y trabajaré por la tarde, así tendré para mis gastos». Tu madre todavía recuerda con cariño la cantidad de veces que tuvo que quitarte la ropa y ponerte el pijama por que tú te habías quedado dormida mucho antes.
El menú del restaurante donde se celebra la despedida de soltera se compone de unos entrantes para compartir («no están mal, no, nada mal») y de segundo plato puedes elegir entre carne o pescado. Eliges la carne y aunque el postre tiene muy buena pinta, ni lo tocas, como has hecho siempre. «Si algo engorda es el postre, que es lo último que te comes». Pasas directamente al café y te deleitas con la copa de cava que te ofrece la organización.
A nadie le extrañó tampoco que terminaras la carrera (aunque te atascaras un poco en los últimos años) mientras seguías trabajando, que te pagaras el carné de conducir (eso si, aprobando a la segunda) y que te compraras tu primer coche con el sudor de tu frente, como siempre; sin pedir nada a nadie. Lo que no le contabas a nadie es que, además, ya habías empezado a ahorrar, poco, pero ahorrabas.
Descubres con emoción que has sido víctima de una broma, que el camarero que durante toda la cena te ha parecido tan «raro», que te ha tomado tanto el pelo y que tanto os ha hecho reír, no es un camarero de verdad, es un actor que hace de camarero infiltrado. Lo han contratado tus amigas a través de Despedidas Tarragona, y se trata de un actor especializado en despedidas de soltera. Te lo has creído todo, ¡¡¡Has caído como una tonta!!!
Siempre has sacado tiempo para hacer tu deporte favorito y eso te ha ayudado a moldear tu cuerpo sin demasiado esfuerzo. Sin excesos y llevando una vida sana (casi) siempre has estado contenta contigo misma. Sin ser excesivamente atractiva, volvías locos a los chicos por que sabías cómo manejarlos, tu carácter independiente y luchador les resultaba tremendamente atractivo.
De repente pasa; alguien de la organización de la despedida te sienta en una silla un poco apartada de la mesa y la música empieza a sonar. ¿Qué pasa? ¿No se les habrá ocurrido contratar un Boy? Te pones muy nerviosa. Siempre has deseado saber qué siente una novia cuando le hacen un show delante de todo el mundo. Tus peores presagios se cumplen y un chico espectacular aparece al fondo de la sala. ¡¡¡Por dios, qué vergüenza!!! ¡¡¡Qué no me toque, por favor, que no me toque!!!
Tampoco le sorprendió a nadie que tu novio, hoy tu futuro marido, fuera una persona maravillosa. Te costó trabajo, conociste unos cuantos chicos y fuiste capaz de separar el grano de la paja. Nada más conocerle supiste que ese era el hombre de tu vida y desde ese instante no dejaste de trabajar para conquistar su corazón. Querías tener un proyecto de familia y aquel hombre iba a resultar el otro pilar que faltaba para consolidar el proyecto que habías iniciado unos cuantos años atrás.
El chico, hay que reconocerlo, estaba cañón. Estos boys de la agencia son muy respetuosos y en ningún momento te sentistes incómoda. Al final se te hizo corto (¡¡¡Qué rápido se quitan la ropa!!!) y sabes que no has hecho nada malo, aunque si hubieras hecho caso de los enfervorizados gritos de tus amigas (¡¡¡Tócale el culo, tonta, tócale el culo…agarrale de….muerdele…!!!) tus sensaciones ahora serían distintas.
Prácticamente sin darte cuenta os levantasteis todas y alguien de la organización comentó que era hora de bailar y tomar una copa. Salisteis del restaurante, os pusisteis a andar y, con el recuerdo del boy todavía fresco en tu memoria, en menos de cinco minutos estabais frente a la puerta de la discoteca colaboradora con despedidas de solteros, ¡¡¡Qué pasada!!!
Nunca te ha gustado demasiado la noche ni las discotecas, pero hoy estás a gusto. Dentro de la sala todo son despedidas de soltero y de soltera (igual que vosotras) y ves a otras novias, y a otros novios («pobrecitos, ¿por qué les visten así?»). Los de Despedidas Tarragona han organizado unos cuantos shows muy divertidos. Todo el mundo participa. Tú estás en mitad de la pista rodeada de las personas que quieres; sonríes y te sonríen. Disfrutas sabiendo que todo lo que han hecho lo han hecho por ti. Ha sido maravilloso y piensas: «Ha merecido la pena llegar hasta aquí. La boda será un éxito, y mi vida también».
Despedidas Tarragona
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