A todos nos puede surgir un compromiso de última hora (un familiar de nuestra novia, un primo lejano, un amigo de nuestro jefe o el hijo de unos amigos), la personalidad del amigo infiltrado la eliges tu, puede ser pijo repelente, macarra, borde, torpe, un chico que nunca ha salido del pueblo, contrario a todos los asistentes. Con esta animación se pueden provocar diferentes reacciones, desconcertar a los asistentes, divertir a los asistentes.
El gancho tendrá que quedar antes de la cena con el actor que relazará esta broma, para así poder conocerse y contarle la historia, posteriormente llegarán el resto de los asistentes y comenzará la animación en la despedida.
Siempre que la coartada sea buena este tipo de broma resultara un verdadero éxito.